Pastoral de la Salud

Visitadores parroquiales de enfermos

¿QUIÉNES SON?

  • Son los encargados de realizar en la comunidad parroquial las tareas propias de la Pastoral de la Salud. 
  • Prolongan al domicilio de los enfermos la presencia y la acción ministerial de la comunidad parroquial, mediante la visita pastoral. 
  • Acompañan a los enfermos y a sus familiares, y les anuncian el Evangelio, la Buena Noticia de la Salud. 
  • Les brindan el encuentro con Jesucristo, Salud de Dios para los hombres, mediante los sacramentos de la Reconciliación, la Eucaristía (en forma de comunión de enfermos o de Viático) y la Santa Unción. 
  • Se esfuerzan porque la Parroquia sea una comunidad sanadora, y colaboran con otros campos pastorales (Caritas, Pastoral Familiar, Liturgia, etc.) para que los enfermos y sus familiares tengan cubiertas todas sus necesidades. 

¿QUÉ SE LES PIDE?

  • Madurez humana y cultivo constante de la espiritualidad cristiana. 
  • Aptitudes y voluntad para trabajar en equipo. 
  • Sentirse enviados por la comunidad parroquial y representarla ante los enfermos y sus familiares en el domicilio. 
  • Disponibilidad para recibir la formación específica -inicial y continuada- que necesitan en su cometido pastoral. 
  • Disposición de tiempo libre y liberado para visitar a los enfermos y a sus familiares. 
  • Respeto a la intimidad de las personas, así como discreción y sentido de confidencialidad respecto a todo lo que ven y escuchan junto a los enfermos y sus familiares. 

¿QUÉ TAREAS REALIZAN?

Son personas cristianas integradas en una comunidad parroquial que, sintiendo la llamada del Señor Jesús: Estuve enfermo, y me visitasteis … cada vez que los hicisteis con mis hermanos más débiles (Mt 25, 40), realizan las tareas de la Pastoral de la Salud en el seno de la propia comunidad y, en su nombre, también fuera de ella. 

A tal fin, forman en cada parroquia el equipo de visitadores, en el que se integran laicos cristianos, religiosas y religiosos y, al menos, un presbítero. 

Se reúnen periódicamente para la práctica de la oración, la celebración litúrgica y la formación continuada en Pastoral Sanitaria. 

Participan en el Consejo Pastoral de la parroquia, y mantienen las oportunas colaboraciones con los representantes de otros sectores pastorales afines, tales como Caritas, Pastoral Familiar, Liturgia,…)

1. Para la visita, buscar las horas más oportunas para el enfermo y la familia.
2. No llevar tasado el tiempo de la visita. Dar a la misma el tiempo que requiera el enfermo.
3. No hacer visitas de etiqueta, no tomarse una excesiva confianza. Actuar siempre con naturalidad y sencillez.
4. El enfermo tiene una sensibilidad especial para captar quién se acerca a él por compromiso social, “por cumplir”; quién se acerca como haciéndole un favor, “por compasión” quién lo hace con sentimiento de superioridad, “él esta sano”; y quién le visita con entera disponibilidad y con afán de compartir.
5. El enfermo tiene necesidades fisiológicas de todo tipo que le pueden urgir durante nuestra visita. Esta atentos a ello y tenerlo presente para no obligarle a aguantarse.
6. Al enfermo se le debe dar ocasión para que hable de su enfermedad, de sus dolores, de sus preocupaciones y temores. Hay que mostrar interés, sincera y delicadamente, por su situación y sus problemas. Hay que saber aceptar lo que él dice sin discutírselo, pero también sin reforzarle en lo que nos parece que exagera por más o menos.
7. Hay que dejar al enfermo que nos diga y cuente hasta donde quiera. No obligarle ni presionarle para que diga más de lo que él desea.
8. No imponer al enfermo el tema de conversación. Dejarle libertad de escoger. No cansarle con nuestra charla. No hablar de cosas religiosas a la fuerza.
9. No compadecemos del enfermo delante de él. No tenerle lástima por su situación. No hacer de “plañideras”.
10. Hay que procurar que en lo posible el enfermo siga viviendo los problemas de la sociedad entera y de su ambiente de trabajo o de amigos, en particular. Puede ser que sufra por creerse “Fuera de juego “, de esa sociedad o comunidad, pero sufrirá más si nosotros “ lo sacamos fuera “ al no decirle o no contarle las cosas que ocurren “para que no se preocupe” y esté tranquilo.
11.Aunque él no tenga interés, se debe intentar interesarle por los problemas de la vida “normal”. Es malo que se encierre en sí mismo o en los problemas que ocurren entre las cuatro paredes de su casa.
12.No hay que decirle mentiras acerca de su estado y situación. No se trata de decirle “toda” la verdad, pero sí de que “todo “ lo que se le diga sea verdad. Hay que decirle toda la verdad que el pueda aceptar y asimilar. Siempre animar y dar esperanza, pero nunca engañar.
13. Hay que saber escuchar atentamente. Hay que saber hablar sosegadamente. Cuando estamos de visita y no “dominamos” la situación, nos ponemos nerviosos, tendemos a hablar mucho y a voces.
14.La cama es propiedad del enfermo y de uso exclusivo del enfermo y hay que respetarla.
15. La visita no es para que nosotros vayamos a hablar y obligar al enfermo a escuchar. La visita es fundamentalmente para que el enfermo tenga ocasión de hablar y encuentre oyentes acogedores.
16.Lo que se ve, lo que se oye, lo que se habla en la habitación del enfermo, es secreto. No se pueden hacer comentarios.
17. La visita, ha de hacerse con espíritu de total disponibilidad, no con afán de dominio ni de imposición. Ha de hacerse con espíritu de colaboración, no para sustituir la iniciativa del enfermo.
18. El motivo de la visita no puede ser sólo” por amor de Dios “. Hay que visitarle por amor al prójimo “con el amor de Dios
19. Si es creyente, se ha de intentar ayudarle a progresar y madurar en la fe, en su situación de enfermedad. Si no es creyente, se le ha de ofrecer el compartir nuestra fe. Si no quiere compartirla, debemos seguir visitándole con la misma disponibilidad.

* Acéptame como soy, en razón de justicia y no de piedad.
* Transfórmame en un ser útil, porque no quiero vivir de limosna.
* Líbrame de la ignorancia y de la dependencia, por tu deber de ciudadano.
* Pon en mis labios la luz de una sonrisa y no la sombra triste del miedo.
* Mírame más como persona que como limitado, para que yo me sienta más persona.
* Ayúdame a no ser una carga para los míos, logrando mi reintegración ‘a la sociedad.’
* Piensa que las ilusiones que acompañaron mi nacer fueron las mismas que soñaron tus padres.
* Despierta con tu afecto mis fuerzas contra la agresividad que avasalla.
* Reflexiona: este problema puede ser tuyo el día de mañana. Lucha, pues, conmigo.
* Mírame. Ámame: soy persona como tú.

Señor, abre mis ojos

para que sepa reconocer en cada enfermo

tu Rostro y tu Presencia

 

Abre mi mente

para que sepa tratar a cada persona

como única e irrepetible.

 

Abre mis oídos

para que acoja con amabilidad

las confidencias y las dudas de los enfermos

 

Abre mi corazón

para que ofrezca esperanza

donde hay temor

 

Inspírame, Señor,

para que pueda curar, aliviar y consolar

con una sonrisa, una buena palabra

un gesto de afecto

 

Dame la humildad de reconocer

que no soy la luz

sino instrumento de la Luz;

que no soy el amor

sino expresión de tu Amor.

– UNCIÓN DE ENFERMOS COMUNITARIA: En la novena al Sagrado Corazón de Jesús, en el día del los enfermos, se tiene la celebración comunitaria de la Unción de los Enfermos en la parroquia. SE ADMINISTRA A TODOS ELLOS ESTE SACRAMENTO.

– VIGILIA DE ORACION POR LOS ENFERMOS
Con motivo del la Jornada Mundial de los enfermos en Febrero y Pascua, tenemos el viernes más cercano y en la hora de la Exposición del Santísimo una vigilia de oración por todos los enfermos en la parroquia.

1. COORDINADORA HERMANA DOMINGA: 621329009
2. PEPA PARRA
3. HNA ROSA
4. CASIMIRO GARCÍA
5. PAQUI DELGADO
6. ENCARNA GALA
7. JOSE MARIA NAVARRO
8. HNA NAZARET
9. HNA ELENA
10. HNA AMALIA

NOTA: LLEVAN UNA VEZ A LA SEMANA LA COMUNIÓN A TODOS LOS ENFERMOS QUE LO HAYAN SOLICITADO. SI QUIERES QUE TU FAMILIAR SEA VISITADO PARA ADMINISTRAR SACRAMENTOS (RECONCILIACIÓN, UNCIÓN DE ENFERMOS O COMUNIÓN) PONTE EN CONTACTO CON EL PÁRROCO, LA  COORDINADORA O CUALQUIERA DE LOS MINISTROS EXTRAORDINARIOS-